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Cuando se hace referencia a los sentimientos y a las actitudes de las personas en determinados eventos, es frecuente referirse a las emociones y a los estados de ánimo. Muchas veces estos términos se confunden, ya que, existen diferencias muy sutiles entre ellos. Es por ello que en este artículo, intentaremos explicar de forma clara y sencilla de qué se trata cada uno de ellos, a fin de que los lectores comprendan sus diferencias, implicaciones y aplicaciones.
Emoción
Se puede definir emoción como un sentimiento positivo o negativo, el cual es producido por un hecho, situación, idea o recuerdo. Así pues, los seres humanos experimentan diversas emociones provenientes de estímulos ocasionados por situaciones reales o imaginarias, pasadas o presentes e incluso futuras. De una manera más específica, las emociones son respuestas químicas liberadas en respuesta a nuestra propia interpretación de un estímulo específico, por ello, son expresiones psicofisiológicas instantáneas, inconscientes y de corta duración que determinan el estado de la persona en circunstancias determinadas o en un momento específico.
En tal sentido, las emociones pueden ser:
- Emociones primarias o básicas: son las que se experimentan como reacción a un estímulo como la alegría, tristeza o el miedo.
- Emociones secundarias: las que preceden a las primarias, es decir, se originan de emociones primarias.
- Las emociones positivas: son las que afectan positivamente al individuo como la alegría, la satisfacción y la gratitud.
- Las emociones negativas: son las que afectan negativamente a la persona como el miedo, el enojo, la ira o la rabia.
- Las emociones neutras: no afectan al estado de ánimo de la persona como la sorpresa.
- Las emociones sociales: son las que dependen de las acciones de otra persona para que se presenten como la venganza, el orgullo o la admiración.
- Las emociones instrumentales: son las que tienen por objetivo la manipulación o el propósito de lograr algo como el llanto de un niño.
Estado de Ánimo
Se entiende por estado de ánimo a una actitud, un estado o una forma de permanecer o de estar de la persona. El estado de ánimo suele ser estable, ya que, su duración es prolongada en el tiempo y afecta directamente la visión que tiene la persona del mundo, es decir, explica el porqué de las conductas cotidianas de cada individuo.
Así pues, el estado de ánimo no depende de un estímulo, acontecimiento o evento determinado, dado que, es una condición propia de la persona que lo conduce a actuar de determinada manera ante diferentes circunstancias. Por tanto, los estados de ánimo, tienen un carácter más estático y no dependen siempre de las circunstancias exteriores sino de los procesos psicológicos subyacentes en cada individuo.
Para concluir, los estados de ánimo son generados por distintos factores como el ambiente, el clima, la gente que nos rodea, entre otros, además de factores fisiológicos como la alimentación, el ejercicio, la salud y el estado mental o disposición de la persona a actuar de determinada manera.
Dicho esto, las diferencias que se desprenden de las definiciones presentadas entre emoción y estado de ánimo son las siguientes:
- Las emociones tienen un carácter dinámico, activo y cambiante mientras que los estados de ánimo tienen un carácter más estático y por ende, menos cambiante.
- Las emociones dependen de los estímulos, acontecimientos y/o circunstancias exteriores mientras que los estados de ánimo dependen de los procesos psicológicos propios de cada individuo.
- Las emociones son sentimientos mientras que los estados de ánimo son actitudes.