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Como muchos saben, existen dos tipos de pensiones, las pensiones contributivas y las pensiones no contributivas. Ambas son prestaciones que reconoce la seguridad social a los ciudadanos que, previo cumplimiento de ciertos requisitos le sean aprobadas. Algunos de los requisitos generales para aplicar al otorgamiento de una pensión son la edad, ciertos impedimentos o la imposibilidad de trabajar y en muchos casos cierta cantidad de aportaciones que el trabajador realiza al sistema de seguridad social durante su actividad laboral.
Por lo tanto, en este artículo señalaremos las definiciones tanto de las pensiones contributivas, como de las pensiones no contributivas, para luego presentar las diferencias que existen entre ellas.
Pensión contributiva
Una pensión contributiva es aquella pensión que se otorga a la persona que ha hecho aportaciones económicas al sistema de seguridad social, es decir, ha cotizado en dicho sistema. La pensión contributiva tiene por objetivo cubrir económicamente a la persona posterior a su jubilación o cuando se le presenta alguna condición que le imposibilite trabajar, aun cuando no haya cumplido la edad requerida para optar a una pensión.
Para ser beneficiario de una pensión contributiva un ciudadano obligatoriamente debe haber realizado aportaciones o cotizaciones al sistema de seguridad social, el cual es un sistema de previsión que garantiza la asistencia a todos sus asociados. La pensión contributiva que se otorga con mayor frecuencia es la pensión por jubilación. Por ello, cuando el trabajador pasa esta etapa habiendo cumplido cierta cantidad de años como trabajador activo, cuando ha cumplido cierta edad o cuando ha alcanzado un número determinado de cotizaciones, este tiene acceso a la asistencia social mediante su pensión.
A pesar de lo anterior, existen otras pensiones contributivas que se otorgan con frecuencia como la pensión por incapacidad, por fallecimiento o por maternidad y paternidad. En estos casos, la pensión se otorga a la persona sin haber cumplido la edad requerida o sin tener el total de cotizaciones necesarias para acceder a la misma.
Pensión no-contributiva
La pensión no contributiva es aquella que se otorga a una persona sin necesidad de haber realizado aportaciones económicas al sistema de seguridad social pero que manifieste y demuestre una necesidad real y comprobada de la pensión. Por ejemplo, en España se otorga la pensión no contributiva a quienes estén en situación de desempleo y que no tengan los recursos necesarios para subsistir.
Las pensiones no contributivas pueden ser de invalidez y/o de jubilación y se otorgan a la persona cuando ha cumplido ciertos requisitos, los cuales son evaluados detalladamente para determinar la aprobación o no de la pensión. En algunos países el acceso a la pensión no contributiva por jubilación se obtiene de forma automática al cumplir cierta edad y en casos de personas con necesidades especiales o algún impedimento se otorga de forma inmediata una vez analizado el caso.
Teniendo en cuenta lo anteriormente señalado, se puede apreciar que la principal diferencia entre una pensión contributiva y una pensión no contributiva es:
- La pensión contributiva se otorga a la persona que ha hecho aportaciones al sistema de seguridad social en forma de cotizaciones durante un período de actividad laboral mientras que la pensión no contributiva se otorga a una persona que no ha hecho aportaciones (cotizaciones) al sistema de seguridad social.